Vinilo Experience.

¡Buenas tardes, Young People! Hoy es un día especial para nosotros por dos cosas:

1) ésta es nuestra entrada número 100!

2) ya tenemos más de 10000 visitas! ¡Gracias!

Lo vamos a celebrar con este nuevo look que le hemos dado al blog y una nuevísima sección a la que hemos llamado: Vinilo Experience.

Para la gente joven y no tan joven (pero todos de espíritu young, eso por supuesto), hemos preparado este nuevo apartado, en homenaje a esos discazos antiguos y no tan antiguos que, en la era de la no informática, todos teníamos y era nuestra vía para escuchar música, estoy hablando, claro está, de los vinilos.

Yo no viví esa época, pero poco a poco voy creando mi colección y animo a todo el mundo a que lo haga, porque no se puede perder esta tradición tan buena y placentera.

Evidentemente, no es de mi colección de la que os voy a hablar, sino de la que he rescatado de mis padres, y en la cual he encontrado auténticas joyas. 

Empieza mi tarde a las 16:00 en un sótano oscuro y acojedor, en el que enciendo la luz y me encuentro varias estanterías llenas de vinilos y un plato conectado a unos altavoces con muchas ganas de volver a ser puestos en funcionamiento: ¡qué más puedo pedir!

Comienzo a ojear los discos y decido iniciar mi experience con The Raw And The Cooked de los Fine Young Cannibals.

Pincho la side one y me es imposible no emocionarme con los primeros golpes de batería, constituyentes a la mítica canción  She Drives Me Crazy.

A continuación, cambio de album y paso a The Psychedelic Furs con su Forever Now, disco que no había escuchado nunca y que con President Gas no me convenció mucho, pero que a partir de Love My Way me tuvo enganchada hasta el final.

De los años 90, un buen post-punk de la mano de estos británicos, toda una delicia.

Éste es mi segundo hallazgo, Talking Heads, grupo cuyo líder es David Byrne, y su álbum Speaking In Tongues. Conforme los escuchaba, no pude evitar compararlos con Foals, a los que me recordaban mucho, aunque claro, debería ser al revés y ser Foals los que me recordaran a Talking Heads, pero qué le vamos a hacer. Siempre hay que contar con que todos los grupos tienen influencias del pasado. Aquí os dejo con lo que me pareció un temazo, Slippery People.





Y llegamos al final de mi tarde entre vinilos con una joya más, el primer disco de Tracy Chapman, titulado con el mismo nombre.

Todos conocemos Talkin' Bout A Revolution, Fast Car, Baby Can I Hold You, She's got her ticket, For My Lover o For You, pero escucharlos en vinilo, con la acústica de una habitación preparada para ello, a un volumen nunca suficientemente alto y la estremecedora voz de Chapman, pone las cosas mucho más a su favor. Cabe destacar también la percusión de la mano de Paulinho Da Costa, que hay en la mayoría de los temas del album.



Simplemente sin palabras.


Nos vemos dentro de poco con otra vinilo experience, que espero sea igual o mejor que ésta.