Los de Brighton ofrecieron un concierto bien, que no va más allá, pues hubieron un par de momentos adrenalínicos como su tema inicial Always Where I Need To Be y las canciones She Moves In Her Own Way, Naive, Do you wanna, Ohh La, Sofa Song, Sway... pero nos dejó con mal sabor de boca por su completo destrozo de Seaside y su no-despedida, ya que de repente terminaron y ni se despidieron, aparte de que quedaban algunas canciones por tocar como Gap o See The Sun.
Después, en el mismo escenario, Yann Tiersen nos regaló un momento relax, que no estuvo nada mal, aunque a veces se hiciera un pelín pesado.
Y, más tarde, en el escenario Estrella Levante, los madrileños Vetusta Morla tocaron sus éxitos al ritmo de un público que se las sabía todas. Copenhague, Salvese quien pueda, Valiente...estuvo correcto, aunque no consiguió el momentazo de la noche.
¿Cuál fue, entonces, el momentazo? Pues, en realidad, tengo 2, pero voy a destacar un poco más a Two Door Cinema Club. Los irlandeses tocaron todos sus temazos con una fuerza, intensidad, diversión, calidad...que incluso las canciones nuevas o menos conocidas nos subieron la adrenalina a todos. Something Good Can Work, Undercover Martyn, Come Back Home, What You Know (la que más me gustó), I Can Talk...sin duda, podría describirlos como increíbles.
Y el otro momentazo fue para...MGMT. Muchos los han criticado de demasiado psicodélicos, aburridos en el escenario, pues tenían las expectativas muy altas. Pero yo, después de haber leído por internet bastantes malas críticas, fui al concierto con precaución y las expectativas muy bajas. Me sorprendió. Es más, me sorprendió muchísimo, tanto como para contarlos como uno de los mejores de la noche. Andrew VanWyngarden vive muchísimo todas sus canciones, pues la mayoría las canta con los ojos cerrados, y no se mueve mucho en el escenario, lo que me sorpendió también, pues me lo esperaba un piltrafilla, y para nada. No hubo ninguna canción de las que tocaran que no conociese y todas me llegaron muchísimo. Nos hicieron bailar con Flash Delirium, Time To Pretend, Kids y Electric Feel, nos emocionaron con Congratulations, Siberian Breaks y Pieces of What (especialmente ésta me impresionó bastante, pues había leído que nunca la tocaban en sus conciertos), y nos deleitaron con su psicodelia con Weekend Wars, Brian Eno y Song For Dan Treacy. En resumen, yo me lo pasé muy bien.
A partir de aquí, un descansito en el césped del recinto con algún que otro baile en la plataforma de los djs, para finalmente dar comienzo a la fase electrónica del festival. Comenzamos con The Bloody Beetroots, los enmascarados de spiderman con los que, he de confesar, llegué a pasar miedo. Su música, muy oscura, con toques de heavy metal y hardcore, pero que nos hizó vibrar a todo el público. New Noise, Cornelius, fueron temas clave y, al acabar, nos dejaron con la confusión por no haber tocado Warp 1.9, su mayor éxito. Pero, con el siguiente en actuar se nos resolvió la duda, Steve Aoki, pues colabora con los Bloody en ese tema. Él es en realidad de Miami (Florida), pero tras su sesión quedó bautizado por todos como "el puto chino que nos mató a todos pero mereció la pena". Sí, no estuvo mal, fue divertido pegarse unos cuantos bailes al ritmo de sus bases electrónicas y ver (y participar en alguna también...jiji) ollas que la gente hacía para empujarse al compás de la música.
En definitiva, una noche en la que la organización se portó, excepto por los precios desorbitados de las bebidas (7,50 un litro de cerveza) y la dificultad para coger un taxi y/u otro vehículo de transporte.
Segundo intento: La organización siempre falla. Si no es por los precios es por las aglomeraciones... (Algo le ocurre hoy a blogger que se atasca) ¿Ves?, La organización falla.
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